Ha vuelto
Homeland a las pantallas españolas justo en la semana en que se incluye a
España entre los países espiados por Estados Unidos. Por un lado se resuelve la
afrenta de no (merecer) ser espiados, incorporando a España a la categoría de “países
espìables”.
Por otro
lado, ya oscurece temprano y disponer de ficciones como Homeland acorta la
espera del día siguiente. En la temporada 3 se confirma que Carrie Mathison
está como una cabra, a pesar de que paradójicamente tiene las pruebas de que
Brody no accionó la explosión de la bomba que mató a la flor y nata del contraterrorismo de la CIA. Pero como casi todas sus coartadas son
de carácter sexual, son poco creíbles. Y mucho menos como intenta presentarlas
ella, entrando como elefante en cacharrería y a los gritos.
Tan poco creíble resulta ella como Saul Berenson. Si le hubieran puesto de nombre Sheldon Adelson
su papel sería más comprensible en España. Porque en su terreta (EE.UU.) es
dialogante y políticamente correcto, mientras que en el exterior exige uno (Adelson)
que se cambien todas las leyes sanitarias y tributarias que hagan falta con tal
de obtener las máximas ventajas y beneficios posibles.
Mientras que
el otro (Berenson) al exterior (los “otros países”) lo considera una suerte de
campo de exterminio selectivo, refiriéndose a las personas asesinadas como “representantes
del mal”. En la doble emisión de estreno de la temporada 3, Berenson y
amiguetes organizan una serie de asesinatos simultáneos (al mejor estilo de “El
Padrino”) para eliminar a los responsables de determinados atentados
terroristas.
Y luego la
noticia se da como un gran éxito de tropas estadounidenses interviniendo en X
lugares del mundo. El gendarme del pensamiento único vuelve a actuar y el
público en los bares se congratula.
Llama la
atención que en la lista incluyen a banqueros que actúan como intermediarios
para trasladar los fondos necesarios de un lugar a otro del mundo. Son
formalmente civiles, pero como son malvados, no merecen mejor consideración. A ver si al final resulta que “Homeland da
ideas a la ciudadanía española”.•